Oír colores.

Es el caso de Neil Harbisson, un joven catalán de 28 años nacido en Londres. Neil sufre una acromatopsia, una incapacidad para percibir los colores. Hasta aquí todo normal. Lo fascinante de su vida llega cuando se convierte en el primer ciborg reconocido por un gobierno del mundo. Y es que este joven puede “escuchar” colores gracias a un Eyeborg: un ojo cibernético que lleva en la frente a modo de periférico que capta la información visual. Esta información es trasportada hasta un portátil que lleva a forma de mochila, dónde los colores se trasforman en sonidos. Neil se convierte de esta manera en el primer humano compuesto por algún elemento mecánico.


Sonocromatopsia: Oir los colores

Para este joven un FA representa el color rojo mientras que un SOL equivale al amarillo,  así hasta completar un máximo de 360 asociaciones entre colores y notas.
Muchos de nosotros podríamos concluir que lo que ha hecho Neil es inducirse una especie de sinestesia, una peculiar cualidad sensorial según la cual a partir de la estimulación en uno de los sentidos se produce una respuesta automática en otro de ellos. Lejos de considerarse como un ser limitado, Harbisson, ha desarrollado su carrera de manera paradójica como artista visual y compositor. Para él, su condición no es acromatópsica, sino sonocromática, una visión optimista y un enésimo caso de superación.

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1 comentarios:

Sanchete dijo...

Lejos de lo aparatoso o incómodo que puede parecer lo de llevar un portátil en la espalda, esto me parece una maravilla. Seguro que abrirá muchas puertas a posibles futuras tecnologías y ayudará a personas que lo necesiten.

GRACIAS por compartirlo!